domingo, 6 de octubre de 2013

LA ACEQUIA DE GUADIX

La acequia comienza su curso




Extraordinario ejemplar de aliso en el Manacio





Es el domingo 22 de septiembre, nos disponemos a reanudar nuestro circuito anual de senderos por el patrimonio etnológico, monumental y natural del Marquesado. En esta ocasión nos proponemos seguir el curso de la llamada, en Jérez, "Acequia de Guadix", desde su nacimiento hasta su extinción en tierras de Esfiliana y Alcudia de Guadix. Es una de las "acequias madre" más importante de la comarca, por su origen medieval,  por su trazado y por los valores medioambientales que encierra. Nace en el Barranco Alcázar, cruza el Alhorí, entra en la base de "la Lomilla" por la zona de los molinos, transcurre paralela durante unos quinientos metros a la carretera Jérez-Lanteira, pasa por debajo de la ermita de san Antón, entra en "la Teja" y , adaptándose al relieve, traza una inmensa y suave curva para dar riego a las tierras del Manacio Bajo, Mogones y las llamadas "Tierras de la Iglesia" .
  Para acceder al nacimiento de esta acequia debemos coger el Camino de los Terreros y cuando llegamos al Molino de Santa Águeda coger la pista que sale a la izquierda y que nos va a llevar a la confluencia de los barrancos Alhorí y Alcázar; aquí arranca la archiconocida "Loma del Medio", aunque nosotros pasamos a la izquierda buscando el barranco Alcázar y caminamos junto al río hasta que nos encontramos con un  ciclópeo muro de contención sobre el que están asentadas las paredes de lo que fue una de las cinco centrales eléctricas que desde comienzos del siglo XX se instalaron en estos barrancos para abastecer a las minas de Alquife. Echamos un rápido vistazo a los restos de las instalaciones para centrar nuestra atención en las captaciones que se realizan en el lecho del río que constituyen parte de la red de acequias de Jérez. La primera, que sale a la izquierda, va a formar la acequia de Alcázar, pasará por el "Partior" y llegará a  la balsa de Alcázar; cincuenta metros más abajo se realiza la toma de nuestra acequia, el paraje es conocido en Jérez como "las Presas", por los paredones de contención que se hubieron de construir sobre el río.
Central eléctrica 
   Una compuerta regula la cantidad de agua que se capta del río y permite devolver al mismo el agua que exceda las posibilidades del cauce.  Son las 12h 10´ cuando comenzamos a caminar sobre el margen derecho  de la acequia, por el sendero que forma el "paso de acequiero" y que se nos ofrece como transitable; la acequia va tomando altura poco a poco sobre el río y en estos primeros metros baja  rumorosa y suavemente  cantarina.; traza una curva amplia a la izquierda llega hasta la base de la "Loma del Medio" y corta el cauce del Alhorí. Una nueva compuerta permite devolver al río el agua que la acequia no necesite en casos de exceso de caudal.
Captación para la acequia de Guadix
Mar de helechos junto a la acequia
Una extraordinaria sinfonía de vegetación acompaña nuestra acequia: helechos, castaños, álamos, servales sargas, zarzas, etc... dan tal sensación de verdor y frescura que hacen creer al caminante que se encuentra en los bosques caducifolios del Norte de España. Seguimos cogiendo altura sobre el río y vamos rodeando "la Lomilla", ahora vamos a andar unos cien metros paralelos a la carretera Jérez-Lanteira, aunque  por encima de su nivel,  para llegar a los molinos de la urbanización "los Terreros"; aquí se produce una confluencia de acequias puesto que nos vamos a encontrar con la "Acequia de la Tanda"(que será objeto de nuestra atención en otro trabajo). Nuestro canal va a pasar por debajo de la carretera para buscar el Molino del Médico y entrar en el Manacio Bajo por debajo de la ermita de San Antón y la urbanización "la Teja". Nosotros volvemos a coger su cauce en " la Teja", tras pasar por "los Cortijillos". La entrada en el Manacio Bajo es suave y con señorío; una gran galería de alisos y álamos, entreverados de vez en vez por morales, servales y castaños  acompañan al caminante por el sendero. Cruzamos un camino agrícola y nuestros ojos enfocan al fondo y distante el pago de "Alrután"; el agua va tan suave que apenas se oye; nos llama la atención su diseño: busca de manera imperceptible los niveles adecuados para ir descendiendo con tersura cubriendo la mayor superficie regable de bancales. En estas fechas la acequia nos ofrece un festival de comida: majoletas, moras, moras de zarza, servas, higos, uvas, etc. que hacen las delicias de los senderistas.
Zarzamora

Majoletas
Racimos de servas

Si ya hemos dicho que nuestra acequia conforma un gigantesco bosque en galería de Alisos y otras especies que lo entreveran, nos llamó la atención topar con el aliso más grande que jamás nos hemos encontrado, teniendo en cuenta las características de esta especie, por su enorme tronco y el número y el volumen de las ramas que salen del mismo. 
Posteriormente la acequia atraviesa una tupida alameda para llegar al comienzo del barranco del Bernal; un nuevo dispositivo de compuertas permite a la acequia cargar aguas del mismo y desechar aquellas que excedan de la amplitud de su cauce, este paraje es conocido como "El Cilanco". Cruzamos el camino agrícola de Alrután  y después el  llamado "Camino de Cogollos y las Minas", debajo otra alameda y pronto estamos a la altura de las Minas de Santa Constanza; tras pasar junto a dos cortijos, uno de ellos "el cortijo Mogones" que responde al nombre del pago agrícola por el que pasamos,  la acequia  va a cruzar por debajo de la carretera Jérez-Cogollos, son las 6.30 de la tarde. 
Volvemos sobre nuestros pasos en otra jornada y retomamos el camino en el justo punto en el que lo dejamos. Traspasada la carretera entramos en el pago conocido como "Tierras de la Iglesia", a la derecha observamos los restos de una construcción arruinada, es el "Cortijo de Pringues", último cortijo de Jérez previo a la entrada en el municipio de Albuñán;


Cortijo de Pringues

 nuestra acequia aún nos deleitará con su "verde festival" unos cien metros más, la razón es bien sencilla, poco antes de llegar a los molinos de Albuñán (el de las Piedras y el del Sordillo) la acequia se encementa y entra en la balsa de Albuñán. 


Entrada de la acequia en la balsa

La balsa, de  posible origen medieval, es de paredes de tierra y  forma ovalada con orientación Sur-Norte, formando con su lámina de agua un conjunto de primitiva belleza con la sierra blanca al fondo.


Balsa de Albuñán
 A partir de la balsa todas las acequias están encementadas, con la consiguiente pérdida de vegetación de ribera, biodiversidad y riqueza paisajística. Nosotros vamos a realizar una primera exploración sobre esta red con el objeto de valorar sus posibilidades deportivas y patrimoniales. La salida del agua de la balsa se organiza básicamente en dos acequias, una que va al Este y otra al Oeste; la del Oeste se topa a los cincuenta metros con el "Cortijo de Ginés" o "Molino de la Balsa" y en su espalda la acequia se abre nuevamente en dos, uno que va a la izquierda y otro a la derecha, el ramal de la izquierda mantendrá el nombre de "Acequia de Guadix" y se adentrará en el llano siguiendo una trayectoria casi paralela a la actual carretera Jérez-Guadix y el de la derecha es la "Acequia de Exfiliana". De momento cogemos desde la balsa el ramal del Este, conocido como "la Acequia de los Partíos", que pronto desemboca en el llamado "Camino de Guadix"(Jérez-Albuñán) rodeando Albuñán , vía ya conocida por nuestros amigos y seguidores. Una vez en el camino, la acequia transcurre por el margen derecho del mismo. Transitamos, de cuando en cuando salen brazales buscando los bancales  y observamos como el barranco del Berral se nos va acercando. A  la entrada de Albuñán la acequia se soterra y desaparece cuando la Calle Real toma protagonismo; atravesamos Albuñán, una acequia aparece a la derecha, otra, a la izquierda del camino, se encuentra entubada, llegamos al cementerio, una pista encementada sale hacia la izquierda, nosotros continuamos al frente, dirección Norte y observamos la señal que nos indica: Guadix 10´6km, continuamos hasta llegar a la "Balsa del Álamo" o de "Exfiliana" como  la conocen los albuñaneros. La balsa está abandonada y en desuso, presenta una estructura circular con un muro de mampostería con hormigón en la boca de salida.



Balsa de Exfiliana o del Álamo

 De la balsa salen un camino, que después se parte en dos con sus correspondientes  acequias, la de la izquierda se llama "del Ventorrillo o del Verderón", nosotros cogemos el de la izquierda que transcurre junto a la"acequia del Álamo"; la acequia es terrera  y presenta pocas señales de uso, a ambos lados se suceden viejas rastrojeras y algunos almendrales; va girando hacia la derecha buscando los acantilados terrosos del Berral, repobladosde pinos, los rastrojos se tornan tomillares y son fieles testigos del abandono agrícola, hasta que por fín termina por difuminarse sobre las cárcavas  del "badlan" que bordean el valle del Berral.


 Sin camino y sin acequia continuamos marchando por el margen del llano hasta llegar a situarnos justo encima del Zalabí, hacemos una parada para tomar un refrigerio y nos deleitamos con la maravillosa panorámica que nos ofrece el valle.


Alcudia desde el llano de Albuñán

Aún continuaremos caminando hacia los confines del llano, buscamos los restos de la antigua alquería de "Fahs al Hawza" y exploramos la disposición agrícola de esta planicie de Albuñán; por estos lares nos llama la atención el abandono y soledad que se respira, los bancales están desamparados y las cárcavas de los bad-land continuan su lenta y silenciosa operación de rasgado y erosión sobre el llano, solamente un grupo de cabras monteses osa cruzarse en nuestro camino. 






bad-land


Volvemos sobre nuestros pasos hasta la balsa de Exfiliana; después cogemos el curso de la acequia que la alimenta, dirección Sur hacia la balsa de Albuñán; su cajón está encementado y dispone de 1x1m. Son la 17h 10´, pasamos junto a una granja y después nos cruzamos con una pista asfaltada que parece conducir a otra granja de mejor presencia; ahora caminamos por una pista ancha que transcurre junto a la acequia y que mejora conforme avanzamos, un cartel nos avisa de que cruzamos por la Cañada Real del Camino de los Aceiteros(sobre el que volveremos); la acequia aparece cada vez más limpia y un graffiti realizado sobre el cemento, para el acceso a un bancal, nos retrotrae a 1969, fecha de su realización; por unos momentos la acequia se vuelve terriza y llega hasta la carretera comarcal, junto a los enlaces de Cogollos y Albuñán y al Molino de Santos, en este punto enlaza con la Acequia de Guadix que, encementada, transcurre junto a la carretera durante un kilómetro aproximadamente hasta el Molino del Coco y de aquí se separa de ella para llegar hasta su origen, la balsa de Albuñán. Por hoy, aquí termina nuestra exploración. 



domingo, 15 de septiembre de 2013

ACEQUIA DE GUADIX. El próximo domingo 22 de Septiembre ponemos en marcha la nueva temporada de excursiones, para continuar con las tareas de investigación y disfrute deportivo que estamos desarrollando en nuestra comarca. En esta ocasión comenzamos en JÉREZ, en el nacimiento de la llamada "Acequia de Guadix", aunque también adquiere las denominaciones de "Acequia de la Ciudad"(en término de Albuñán y de "Acequia de Jérez"(en término de Guadix). Rodeada de una espléndida vegetación de ribera, seguiremos su curso por los  "pasos de acequieros", observamos los diferentes pagos que riega, sus balsas, molinos y compuertas y disfrutamos de los paisajes que va conformando.¡Nos vemos¡.

viernes, 19 de julio de 2013

Cañada Real de Jérez a Trevelez

El grupo, en Trevélez, al final del sendero



CAÑADA REAL DE JÉREZ A TREVÉLEZ

El sábado 13 de Julio nos dispusimos a realizar la tradicional travesía de Jérez a Trevélez. En esta ocasión íbamos acompañados de nuestros amigos del club Barranco Alcázar de Jérez, así como de monitores y alumnos del curso: Guías Senderos del Marquesado que, por estas fechas, se imparte en nuestra querida villa montañera. Los animosos montañeros jerezanos realizan esta marcha anualmente, con un espíritu e ilusión realmente encomiables, testigos vivos de un montañismo que, pese a la crisis, florece en todo el Marquesado.
Por la Loma del Medio con el Picón al fondo
    A las seis en punto de la mañana nos encontrábamos un esforzado grupo en el Corazón de Jesús, unos doce, que ya en el Postero aumentaría hasta más de veinte. Con la oscuridad de la hora iniciamos la valiente marcha. Carretera arriba llegamos inmediatamente al acueducto para coger la cuesta de "los Terreros" y en cuanto nos topamos con el "Molino de Santa Águeda" nos desvíamos a la izquierda por un carril que nos va a conducir a la junta de los ríos Alcázar y Alhorí. Aquí nace la Loma del Medio, probablemente una de las lomas de ambas caras de la Sierra que más suavemente asciende-desciende desde la cuerda de los "tres mil" hasta los pueblos del piedemonte. La senda es larga, aunque nunca se hace pesada, transcurre por el centro de la misma con buena visibilidad a izquierda y derecha, dominando las laderas de Alcázar y Alhorí, y sin cruces que nos despisten nos conduce hasta el mismo Puerto de Trevélez. Como el ascenso es paulatino, nos permite estudiar con atención los diversos pisos bioclimáticos en los que se estructura nuestra sierra. Comenzamos a subir cuando aún la escasa luz imperante solamente nos permite ver  los amentos masculinos de  las flores de los castaños, que como farolillos refulgentes destacan entre la oscuridad del barranco Alcázar. Con las primeras luces ya observamos los restos de la primera central eléctrica, la conocida como "Casillas de Morales", a nuestra izquierda. Con el vigor con el que subimos pronto nos cruzamos con la pista forestal que viene del Posterillo y a las 8 menos cuarto, con los primeros rayos de sol, ya estamos en el Postero Alto. Aquí se incorporan al grupo doce o trece compañeros más; tomamos un café estimulante que nos sirve con cariño Pedro en el Postero y rápidamente reemprendemos la marcha.
   Por encima del Postero el piornal alcanza su máximo esplendor. A las 10h 10 minutos(4h 10´ acumulados) alcanzamos la casilla de los Rojos y la fuente del puerto que por estas fechas brinda a los montañeros un magnífico manantial de aguas cristalinas. En el Puerto un cartelillo nos recuerda que el sendero ha sido señalizado como sendero local por el ayuntamiento de Trevélez. El grupo inicia rápidamente el descenso, no sin antes fotografiar un magnífico ejemplar de mariposa "Apolo de Sierra Nevada" que se nos cruza deleitándonos con su colorido vuelo; pronto localizamos a nuestra derecha, por encima de nuestras cabezas, el paraje de Juntillas con sus lagunas y un poco más abajo el cruce con el camino que conduce a Vacares; Raudo el grupo comienza a avistar las primeras acequias de careo y algo más abajo el paraje del Horcajo, lugar emblemático de nuestra sierra porque en estos lares gustaba de subirse Gerald Brenan a convivir los verano con los pastores. El cortijo de Calvache, aún activo, es fiel testigo de aquellas andanzas. Los prados del Horcajo se nos aparecen  verdes y salteados por una pléyade de rosales silvestres que en estas fechas muestran orgullosos sus níveas flores; por debajo la Cuesta del Piornal nos va a conducir a la junta de los Ríos, pletóricos de agua torrencial que con gran alegría se desliza entre los peñascos redondeados. La senda de la "lomilla de los corralones"va a cruzar varias veces el río a un lado y a otro a través de puentes artesanales, acompañando siempre al río, en un festival de música y agua que este año, especialmente por la primavera-invierno que hemos tenido, provoca la admiración y el regocijo de los montañeros entre los que algunos, emocionados, exclaman: !mar de agua dulce....!. A las 16h 10´ arribamos a Trevélez.
Cortijo Isaac
Casilla Ballesteros

Parata de Chorreras Negras con sus ventisqueros


<la última chorrera previa al  puerto



Apolo de Sierra nevada
El grupo llegando al Horcajo

Puente sobre el río Trevélez

¿Quienes son estos tres montañeros?

domingo, 7 de abril de 2013

REFUGIO EL UBEIRE. EL ALMIREZ

REFUGIO EL UBEIRE. EL ALMIREZ

   Situada en el Oriente del "Sened", Fiñana, es el primer pueblo de la actual provincia de Almería que se nos aparece tras sobrepasar Huéneja; situada al pie de Sierra Nevada es otro pueblo marquiseño de gran interés  por sus monumentos(mezquita y alcazaba), paisajes y costumbres. En su sierra, posee el refugio del Ubeire,1550m, una magnífica instalación municipal que  nos ofrece un buen campamento base para explorar todo el entorno de la cuenca del río Nacimiento y las alturas del pico del Almirez, 2550m. Aprovechamos esta pasada Semana Santa para realizar la exploración que el equipo de Senderos tenía programada.
El refugio es un antiguo cortijo muy bien rehabilitado, se puede alquilar en el ayuntamiento o en la página web "Turismo Fiñana", dispone de unas treinta plazas con dormitorios, cocina, y agua caliente.    
Pico del Almirez y tejados del Ubeire
1ª Ruta Ubeire-cortijo los Rosales-Ubeire. Esta excursión es de unas dos horas y media de duración, la proponemos para abrir boca y hacernos una idea aproximada de las características del entorno. Para ello descendemos del refugio por un sendero señalizado que transcurre junto al arroyo hasta el conjunto de los tres cortijos que definen y caracterizan la zona: el Doctor, los Rosales y el Cura, por orden, según nos lo encontramos en la bajada.
Cortijo Los Rosales

 Los tres, junto al Ubeire, debieron constituir un hábitat de altura de gran interés etnológico y del que hablaremos en su momento, por ahora destacamos las extraordinarias cubiertas de lajas de pizarra, inusuales en Sierra Nevada y más propios de los Filabres y la sierra de Baza.
chimeneas blancas sobre pizarrosos tejados 
  Los Rosales parece ser el conjunto de cortijos más amplio, por el número de casas deducimos que podía albergar 5 ó 6 familias, nos llama la atención su enorme era y los numerosos ejemplares de sabuqueras que hay en el entorno. Por detrás asciende, con gran desnivel, un cortafuegos que cogemos con buen ánimo hasta encontramos con la pista forestal que lo corta; a la derecha observamos una señal del Sulayr, aunque nosotros la cogemos a la izquierda, descendemos buscando el barranco del río Nacimiento que en estas fechas viene pletórico de agua, avanzamos un poco más y de nuevo estamos en el refugio.
Ubeire-Fuente del Rosal-Cortijo del Notario-Ubeire.  Duración 4 horas.
Ricardo, Rafa y Manolín preparándose para la marcha
Iniciamos esta ruta por el senderillo que sale junto a la fuente del refugio, éste transcurre por debajo de la pista forestal, es coqueto, pues transcurre con gracia entre encinas, castaños y chopos; cruzamos el río Nacimiento entre pilas de troncos de pinos entresacados y cortados; dos montoncitos de piedras nos conducen hasta la pista forestal; la cogemos ascendiendo, dirección Oeste, hasta que en una curva ya visualizamos el cortijo del Notario; continuamos, la pista va trazando un arco para salvar los arroyos del Rosal y el Doctor; nos encontramos una señal del Sulayr  y alguna señalización de sendero local(es el sendero señalizado por el Parque( Fiñana-Ubeire-Fuente del Rosal). Pronto llegamos a la fuente del Rosal, es este un paraje fresco y bonito adecentado por el Parque Nacional sobre el  arroyo del mismo nombre
que invita al caminante a hacer un alto, refrescarse y tomar alguna vianda. Continuamos nuestra pista forestal hasta llegar al  cortijo Notario, el más alto de la zona, compuesto por tres pequeños edificios, una era y varias "rozas"; nos llama la atención la sensibilidad de los propietarios al haber relizado una plantación de castaños, servales y cerezos que embellecen y respetan el paraje. Volvemos hacia atrás unos 150m para coger una pista que desciende hacia la zona de "las rozas" que nos proponemos explorar. Las rozas son en

Cortijo el Notario
el Marquesado Oriental bancales de alta montaña que antaño fueron objeto de explotación agrícola y que quedaron exentos durante la repoblación forestal de los años 60. En total hay unas 5 ó 6 rozas en estos parajes.
Roza

Muchas de ellas tuvieron riego y humilde vivienda anexa y actualmente parecen ser mantenidas por los cazadores locales. Seguimos descendiendo hasta que llegamos al cortijo los Rosales para, finalmente, ascender hasta el Ubeire.
Cortijo el Cura

EL UBEIRE-PICO EL ALMIREZ(próximamente)

domingo, 17 de febrero de 2013

JÉREZ-ZALABÍ. ROMERÍA VIRGEN DE LA CABEZA


     Iniciamos con esta excursíón un conjunto de salidas que tienen por objeto recuperar el sendero tradicional que realizan anualmente los romeros de Jérez hasta la ermita del Zalabí, en Alcudia de Guadix. El sendero está vivo, como también lo está la romería que anualmente se realiza en Abril, y de la que realizaremos un reportaje en su fecha. No obstante éste tiene un interés que excede al de la propia romería, toda vez que en el camino confluyen una serie de elementos paisajísticos y unos yacimientos arqueológicos que nos proponemos explorar y poner en valor.
Domingo 3 de Febrero de 2013
Antonio Castillo al comienzo de la excursión


Ricardo Ruiz con el Picón al fondo










Olivos en espaldera en "los campos" de Jérez



   En una mañana soleada y fresca, tras saludar a nuestro amigo Manuel, propietario del hotel Picón de Jérez, y tomar un café calentito, salimos del cortijo Atanasio por la "cañá el Nabico", dispuestos a atravesar la vega de Jérez, llegar a "los campos" y bajar hasta el Zalabí. Ésta no es propiamente la vía que utilizan los romeros, pero transcurre casi paralela a ella, es una cañada real y nos interesa explorarla. El camino es ancho y llano, transcurre junto a la acequia de las viñas y riega la vega de Jérez. Actualmente algunos olivos se alternan con cultivos cerealísticos; en los años 60 esta vega refulgía de vigor con el cultivo de la remolacha, el trigo, la cebada, el maiz y las forrajeras. A nuestra espalda Sierra Nevada, al Oeste la minas de Santa Constanza, al Este las minas de Alquife y al Norte la torre de la iglesia de Albuñán se hace cada vez más ostensible. Pasamos junto a varios cortijos antiguos y  un abrevadero de ganado; el camino curva dos veces levemente a la derecha y el sonido de las campanas de Albuñán nos alegra la marcha con sus sonidos ancestrales. Llegamos a un cruce de caminos, los que llevan las acequias "del medio" y del "castañar", casi sin advertirlo ya estamos a la altura de Albuñán.
Balsa de Aute
El valle de Alcudia desde  el "puntal de los Moiseles"
La vega de Aute
Muro  de mampostería con hormigón  en el poblamiento de Aute

Emplazamiento de Aute

Ermita del Zalabí
 Los jerezanos denominan a estos bancales "los campos", aquí los riegos se van reduciendo conforme avanza el verano. La franja de tierras de cultivo se va estrechando hasta acabar en un espolón final, un gigantesco túmulo de tierras que son testigos de la conexión     de los dos barrancos, el Berral, por la derecha y el Bernal por la izquierda, estamos en el "coto de Molina" para los albuñaneros y en el "puntal de los Moiseles" para los jerezanos. Desde este punto de observación privilegiado observamos el inicio del valle de Alcudia y la feraz vega de Aute. Descendemos e investigamos los restos de la vega de Aute, su balsa, su acequia y los restos del poblamiento: dos muros de hormigón con numerosos restos de cerámica tardorromana y medieval. Soñamos un poco y nos imaginamos este asentamiento en época nazarí( modelo que está aún vivo en las montañas del Atlas marroquí), orientado al sol, más cálido que las frías alturas del altiplano, con su feraz vega y con nuestros antepasados andalusíes trabajando el regadío, los frutales y el ganado en una comunidad rural previa a la existencia de las alquerías del Sened y que posteriormente darían lugar a los actuales pueblos. Continuamos por una pista que a poco nos conduce al Zalabí, otro asentamiento de similares características, hoy destruido por la construcción de la ermita, aunque de ella hablaremos con motivo de la próxima excursión. La vuelta la hacemos hasta Jérez por el camino de los romeros.

Domingo 24 de Febrero


Ricardo, Manolo, Carlos y Lanteirano al comienzo del camino

El  Picón de Jérez


Los molinos de Albuñán
La balsa de Albuñán

El  camino ancho y recto

Curiosas caras en la torre de la iglesia de Albuñán

Captación del agua para la acequia de Aute

Acequia de Aute


Cortijo cuatro arrobas en el camino de los mineros

Balsa de Aute llenándose
En una nueva mañana fría y soleada pusimos en marcha la segunda de las salidas previstas para investigar el sendero de los romeros que marchan anualmente el último domingo de Abril desde Jérez al Zalabí. En esta ocasión seguimos en la ida el auténtico trayecto que realizan los romeros de la Hermandad de la Virgen de la Cabeza de Jérez. Salimos de Jérez a las 10,30 de la mañana por el antiguo "camino de Guadix" que tras pasar el cortijo de Manreso desciende hasta el barranco del Bernal, lo cruza, vuelve a subir y enfoca la  vega de Albuñán acompañando a la "acequia de Guadix" hasta entroncar con los molinos de este pueblo y muriendo en la antigua balsa de Albuñán.. El camino es recto y llano, la torre de Cogollos se enseñorea a nuestra izquierda y los almendros en flor animan con sus colores vistosos el refulgir del sol y el "nuevo vestido" de la sierra que queda a nuestra espalda. Al fondo ya vemos Albuñán que nos espera con sus calles entroncadas en torno a la calle Real, con su característica anchura y su aspecto de pueblo manchego. Tras comprobar la localización del museo etnológico local y tomar unos vasillos de exquisito  mosto que nos ofreció  un amable lugareño, pasamos el cementerio y descendemos por la trinchera que desciende por el badland hasta el Bernal. El río baja caudoloso y comprobamos como sus aguas las capta la acequia de Aute para acopiarlas en la balsa que se llena en estos momentos. Continuamos por el poblamiento de Aute hasta el Zalabí. La vuelta la hacemos explorando los cultivos que los albuñaneros tienen en el Bernal hasta que nos desviamos por la izquierda por el camino de los mineros hasta ascender al altiplano. Atravesamos los campos y vega de Jérez por el camino y acequia de Enmedio; son las 6.30 cuando llegamos a Jérez, la tarde es espléndida.
Cae la tarde, llegamos a Jérez