domingo, 6 de octubre de 2013

LA ACEQUIA DE GUADIX

La acequia comienza su curso




Extraordinario ejemplar de aliso en el Manacio





Es el domingo 22 de septiembre, nos disponemos a reanudar nuestro circuito anual de senderos por el patrimonio etnológico, monumental y natural del Marquesado. En esta ocasión nos proponemos seguir el curso de la llamada, en Jérez, "Acequia de Guadix", desde su nacimiento hasta su extinción en tierras de Esfiliana y Alcudia de Guadix. Es una de las "acequias madre" más importante de la comarca, por su origen medieval,  por su trazado y por los valores medioambientales que encierra. Nace en el Barranco Alcázar, cruza el Alhorí, entra en la base de "la Lomilla" por la zona de los molinos, transcurre paralela durante unos quinientos metros a la carretera Jérez-Lanteira, pasa por debajo de la ermita de san Antón, entra en "la Teja" y , adaptándose al relieve, traza una inmensa y suave curva para dar riego a las tierras del Manacio Bajo, Mogones y las llamadas "Tierras de la Iglesia" .
  Para acceder al nacimiento de esta acequia debemos coger el Camino de los Terreros y cuando llegamos al Molino de Santa Águeda coger la pista que sale a la izquierda y que nos va a llevar a la confluencia de los barrancos Alhorí y Alcázar; aquí arranca la archiconocida "Loma del Medio", aunque nosotros pasamos a la izquierda buscando el barranco Alcázar y caminamos junto al río hasta que nos encontramos con un  ciclópeo muro de contención sobre el que están asentadas las paredes de lo que fue una de las cinco centrales eléctricas que desde comienzos del siglo XX se instalaron en estos barrancos para abastecer a las minas de Alquife. Echamos un rápido vistazo a los restos de las instalaciones para centrar nuestra atención en las captaciones que se realizan en el lecho del río que constituyen parte de la red de acequias de Jérez. La primera, que sale a la izquierda, va a formar la acequia de Alcázar, pasará por el "Partior" y llegará a  la balsa de Alcázar; cincuenta metros más abajo se realiza la toma de nuestra acequia, el paraje es conocido en Jérez como "las Presas", por los paredones de contención que se hubieron de construir sobre el río.
Central eléctrica 
   Una compuerta regula la cantidad de agua que se capta del río y permite devolver al mismo el agua que exceda las posibilidades del cauce.  Son las 12h 10´ cuando comenzamos a caminar sobre el margen derecho  de la acequia, por el sendero que forma el "paso de acequiero" y que se nos ofrece como transitable; la acequia va tomando altura poco a poco sobre el río y en estos primeros metros baja  rumorosa y suavemente  cantarina.; traza una curva amplia a la izquierda llega hasta la base de la "Loma del Medio" y corta el cauce del Alhorí. Una nueva compuerta permite devolver al río el agua que la acequia no necesite en casos de exceso de caudal.
Captación para la acequia de Guadix
Mar de helechos junto a la acequia
Una extraordinaria sinfonía de vegetación acompaña nuestra acequia: helechos, castaños, álamos, servales sargas, zarzas, etc... dan tal sensación de verdor y frescura que hacen creer al caminante que se encuentra en los bosques caducifolios del Norte de España. Seguimos cogiendo altura sobre el río y vamos rodeando "la Lomilla", ahora vamos a andar unos cien metros paralelos a la carretera Jérez-Lanteira, aunque  por encima de su nivel,  para llegar a los molinos de la urbanización "los Terreros"; aquí se produce una confluencia de acequias puesto que nos vamos a encontrar con la "Acequia de la Tanda"(que será objeto de nuestra atención en otro trabajo). Nuestro canal va a pasar por debajo de la carretera para buscar el Molino del Médico y entrar en el Manacio Bajo por debajo de la ermita de San Antón y la urbanización "la Teja". Nosotros volvemos a coger su cauce en " la Teja", tras pasar por "los Cortijillos". La entrada en el Manacio Bajo es suave y con señorío; una gran galería de alisos y álamos, entreverados de vez en vez por morales, servales y castaños  acompañan al caminante por el sendero. Cruzamos un camino agrícola y nuestros ojos enfocan al fondo y distante el pago de "Alrután"; el agua va tan suave que apenas se oye; nos llama la atención su diseño: busca de manera imperceptible los niveles adecuados para ir descendiendo con tersura cubriendo la mayor superficie regable de bancales. En estas fechas la acequia nos ofrece un festival de comida: majoletas, moras, moras de zarza, servas, higos, uvas, etc. que hacen las delicias de los senderistas.
Zarzamora

Majoletas
Racimos de servas

Si ya hemos dicho que nuestra acequia conforma un gigantesco bosque en galería de Alisos y otras especies que lo entreveran, nos llamó la atención topar con el aliso más grande que jamás nos hemos encontrado, teniendo en cuenta las características de esta especie, por su enorme tronco y el número y el volumen de las ramas que salen del mismo. 
Posteriormente la acequia atraviesa una tupida alameda para llegar al comienzo del barranco del Bernal; un nuevo dispositivo de compuertas permite a la acequia cargar aguas del mismo y desechar aquellas que excedan de la amplitud de su cauce, este paraje es conocido como "El Cilanco". Cruzamos el camino agrícola de Alrután  y después el  llamado "Camino de Cogollos y las Minas", debajo otra alameda y pronto estamos a la altura de las Minas de Santa Constanza; tras pasar junto a dos cortijos, uno de ellos "el cortijo Mogones" que responde al nombre del pago agrícola por el que pasamos,  la acequia  va a cruzar por debajo de la carretera Jérez-Cogollos, son las 6.30 de la tarde. 
Volvemos sobre nuestros pasos en otra jornada y retomamos el camino en el justo punto en el que lo dejamos. Traspasada la carretera entramos en el pago conocido como "Tierras de la Iglesia", a la derecha observamos los restos de una construcción arruinada, es el "Cortijo de Pringues", último cortijo de Jérez previo a la entrada en el municipio de Albuñán;


Cortijo de Pringues

 nuestra acequia aún nos deleitará con su "verde festival" unos cien metros más, la razón es bien sencilla, poco antes de llegar a los molinos de Albuñán (el de las Piedras y el del Sordillo) la acequia se encementa y entra en la balsa de Albuñán. 


Entrada de la acequia en la balsa

La balsa, de  posible origen medieval, es de paredes de tierra y  forma ovalada con orientación Sur-Norte, formando con su lámina de agua un conjunto de primitiva belleza con la sierra blanca al fondo.


Balsa de Albuñán
 A partir de la balsa todas las acequias están encementadas, con la consiguiente pérdida de vegetación de ribera, biodiversidad y riqueza paisajística. Nosotros vamos a realizar una primera exploración sobre esta red con el objeto de valorar sus posibilidades deportivas y patrimoniales. La salida del agua de la balsa se organiza básicamente en dos acequias, una que va al Este y otra al Oeste; la del Oeste se topa a los cincuenta metros con el "Cortijo de Ginés" o "Molino de la Balsa" y en su espalda la acequia se abre nuevamente en dos, uno que va a la izquierda y otro a la derecha, el ramal de la izquierda mantendrá el nombre de "Acequia de Guadix" y se adentrará en el llano siguiendo una trayectoria casi paralela a la actual carretera Jérez-Guadix y el de la derecha es la "Acequia de Exfiliana". De momento cogemos desde la balsa el ramal del Este, conocido como "la Acequia de los Partíos", que pronto desemboca en el llamado "Camino de Guadix"(Jérez-Albuñán) rodeando Albuñán , vía ya conocida por nuestros amigos y seguidores. Una vez en el camino, la acequia transcurre por el margen derecho del mismo. Transitamos, de cuando en cuando salen brazales buscando los bancales  y observamos como el barranco del Berral se nos va acercando. A  la entrada de Albuñán la acequia se soterra y desaparece cuando la Calle Real toma protagonismo; atravesamos Albuñán, una acequia aparece a la derecha, otra, a la izquierda del camino, se encuentra entubada, llegamos al cementerio, una pista encementada sale hacia la izquierda, nosotros continuamos al frente, dirección Norte y observamos la señal que nos indica: Guadix 10´6km, continuamos hasta llegar a la "Balsa del Álamo" o de "Exfiliana" como  la conocen los albuñaneros. La balsa está abandonada y en desuso, presenta una estructura circular con un muro de mampostería con hormigón en la boca de salida.



Balsa de Exfiliana o del Álamo

 De la balsa salen un camino, que después se parte en dos con sus correspondientes  acequias, la de la izquierda se llama "del Ventorrillo o del Verderón", nosotros cogemos el de la izquierda que transcurre junto a la"acequia del Álamo"; la acequia es terrera  y presenta pocas señales de uso, a ambos lados se suceden viejas rastrojeras y algunos almendrales; va girando hacia la derecha buscando los acantilados terrosos del Berral, repobladosde pinos, los rastrojos se tornan tomillares y son fieles testigos del abandono agrícola, hasta que por fín termina por difuminarse sobre las cárcavas  del "badlan" que bordean el valle del Berral.


 Sin camino y sin acequia continuamos marchando por el margen del llano hasta llegar a situarnos justo encima del Zalabí, hacemos una parada para tomar un refrigerio y nos deleitamos con la maravillosa panorámica que nos ofrece el valle.


Alcudia desde el llano de Albuñán

Aún continuaremos caminando hacia los confines del llano, buscamos los restos de la antigua alquería de "Fahs al Hawza" y exploramos la disposición agrícola de esta planicie de Albuñán; por estos lares nos llama la atención el abandono y soledad que se respira, los bancales están desamparados y las cárcavas de los bad-land continuan su lenta y silenciosa operación de rasgado y erosión sobre el llano, solamente un grupo de cabras monteses osa cruzarse en nuestro camino. 






bad-land


Volvemos sobre nuestros pasos hasta la balsa de Exfiliana; después cogemos el curso de la acequia que la alimenta, dirección Sur hacia la balsa de Albuñán; su cajón está encementado y dispone de 1x1m. Son la 17h 10´, pasamos junto a una granja y después nos cruzamos con una pista asfaltada que parece conducir a otra granja de mejor presencia; ahora caminamos por una pista ancha que transcurre junto a la acequia y que mejora conforme avanzamos, un cartel nos avisa de que cruzamos por la Cañada Real del Camino de los Aceiteros(sobre el que volveremos); la acequia aparece cada vez más limpia y un graffiti realizado sobre el cemento, para el acceso a un bancal, nos retrotrae a 1969, fecha de su realización; por unos momentos la acequia se vuelve terriza y llega hasta la carretera comarcal, junto a los enlaces de Cogollos y Albuñán y al Molino de Santos, en este punto enlaza con la Acequia de Guadix que, encementada, transcurre junto a la carretera durante un kilómetro aproximadamente hasta el Molino del Coco y de aquí se separa de ella para llegar hasta su origen, la balsa de Albuñán. Por hoy, aquí termina nuestra exploración.