domingo, 25 de mayo de 2014

EL CAMINO DE LOS ARRIEROS DE DÓLAR A PATERNA

En este soleado domingo del mes de mayo nos disponemos a investigar el estado de conservación del sendero que conecta Dólar con la Alpujarra almeriense, concretamente con el pueblo de Paterna, a través de Laguna Seca. Este sendero arriero permitía el pequeño intercambio de productos de consumo familiar entre el Cenete Oriental y los pueblos alpujarreños de Almería. 


De acuerdo con la información oral que recabamos de nuestro amigo Ricardo, cuyo padre practicó asiduamente estas tareas de intercambio a lomos de su mulo, en Dólar, hace cincuenta años, había tal dedicación agrícola al cereal y eran tantos los trabajos que ello conllevaba durante el verano que apenas había tiempo para dedicárselo a la hortaliza; se llevaba hasta Paterna cebada y trigo especialmente y se traían habas, queso, pimientos coloraos, vino, manzanas, higos secos, habichuelas, etc. Era una arriería familiar, de poco alcance, dedicada a satisfacer las necesidades particulares de cada casa, los arrieros iban y venían en el día a Paterna, salían a las cuatro de la mañana de Dólar y por la tarde-noche ya estaban de vuelta.
 
Inicio de la cuesta Sauro
Pues bien, son las 9.45´h de un inusual y cálido mes de mayo, que está adelantando, entre otros cultivos, las habas, que aquí tienen un ciclo de de producción que se alarga hasta mediados de junio, pero que en esta ocasión se está acortando ostensiblemente. Salimos pues de Dólar por la Rambla Las Viñas, buscando las alturas de la Sierra, y enseguida se nos queda a la izquierda el "Cortijo de Sauro" que, entre otros elementos, posee un interesante horno que será objeto de nuestra atención en una próxima visita. Al comienzo el camino es un carril amplio que discurre entre paratas de almendrales y que asciende rápidamente adquiriendo el nombre de "Cuesta de Sauro", para entroncarse con rapidez con las primeras encinas.

El camino excavado en la roca
 Los pinos no tardan mucho en aparecer con la consiguiente señal de Parque Nacional, cuando la primera pista forestal de "entresaca" nos corta el sentido de nuestra marcha; por aquí la cuesta recibe el nombre de "el Pulpitillo" y el sendero queda incluido en un cortafuegos ascendente desde el que distinguimos perfectamente, a la derecha, el "barranco del Cortijo Labella". En el cortafuegos no perdemos la pista del viejo camino ya que distinguimos perfectamente la erosión ocasionada por los cascos de las bestias sobre la roca y que pronto nos va a mostrar losrestos de una antigua cantera de launa.



Majoleto en flor
 Más arriba, a la izquierda, sale el caminillo que conduce al "Barranco Tocino" y del que inmediatamente distinguimos su corral alto; más encinas y sobre una laja la señal roja y blanca de sendero de corto recorrido, los majoletos están pletóricos con su explosión de flores blancas; ante nosotros dos pistas, cogemos la de la derecha junto al cartel de "Tratamientos Selvícolas". 
A estas alturas aparecen los primeros piornos azules o "mancaperros", con su acolchado manto turquesa, mientras que los endrinos aún no se han despojado de su flor marchita; el sendero busca con fluidez el entorno de Joraique y a su derecha distinguimos con claridad el "Barranco del Castañar". 

Piorno azul
Una nueva pista forestal nos corta, es el P-3 de la Transnevada (circuito señalizado para la bicicleta de montaña que rodea la Sierra) y un poco más arriba otra nueva pista que se escapa hacia la izquierda, aunque nosotros seguimos de frente y constatamos la presencia de los primeros piornos amarillos o "iniestas", para a continuación advertir que ya estamos en el "Peñón de Joraique"(Joraique debe su nombre a la presencia por estos lares de un caudillo monfí, rebelde, que se refugió en la cueva del peñón  y anduvo por estos lares tras la guerra de los moriscos y que tras algunos años dedicado al pillaje y la supervicencia acabó en Argel, aunque aún permanece vivo, como una leyenda, en la memoria de los "doloríos").  
Endrino con la flor marchitándos
   Son las 12.30 cuando estamos en las "Allanás de Joraique", para acceder al peñón abandonamos nuestra senda por la derecha unos cincuenta metros y nos encontramos con lo que en realidad es un conjunto de peñones asociados  que poseen unas envidiables vistas sobre la Sierra; desde aquí el Picón parece estar a nuestra misma altura y esta atalaya es un mirador privilegiado para observar "las rozas" más conocidas de Dólar: la más alta, a la izquierda, "Roza de Piedra", debajo "la de los Cristos,"con su tejado de lajas, y encima de "las Juntas de los Ríos" la "Roza del Mayorazgo" y la "Roza de Amador", y más a la izquierda "la Roza de Diente", por encima de todas ellas, "el Toril", un corral de ganado construido por el Parque para el usufructo de los ganaderos.

El Peñón de Joraique. Antonio Gámez y Ricardo

Roza de Amador


Cueva de Joraique

 Tras echar un vistazo a la cueva, de unos diez metros de profundidad, y regodearnos con el fresquito de su interior, volvemos a nuestro sendero que inmediatamente nos ofrece dos posibilidades, una pista que se desvía a la derecha y el sendero con su cortafuegos a la izquierda, los dos se van a volver a unir cien metros más adelante.
 Ahora nos va a cortar la pista del Sulayr con sus señalizaciones características y nos encontramos con un punto de agua donde podemos recargar y tomar un respiro; nosotros seguimos con la senda integrada en el cortafuegos, dirección ascendente Sur, hasta que llegamos a un roquedo, "las Piedras de la Gitana", y un poco después al "Refugio de Huéneja", una casilla con las puertas abiertas que se ha convertido en corral improvisado de las vacas pajunas que andorrean por estos lares; quince metros más arriba encontramos las señales del sendero PRA-334 que señalizado por el Parque viene del puerto La Ragua, es la conocida en Dólar como la "Verea Vereros".



Seguimos las señales hasta llegar a un prado de borreguiles con su manantial de agua, este manantial y los de los próximos dos barranquillos son conocidos en Dólar como las "agüillas de Huéneja" aunque este año, que ha sido tan seco, solo el primero lleva agua, no obstante estas aguas tienen una particularidad, son las primeras del Cenete que desembocan en el Mediterráneo, y lo hacen a través del Barranco de Isfalada. La verea marca una clara dirección Este como buscando el Pico el Almirez y va bastante llana hasta llegar a Laguna Seca.
Agüillas de Huéneja



Son las tres cuando estamos,sobre unas peñas, comiendo en la misma. "Laguna Seca" es un lugar encantador, de esos que te impactan en nuestra sierra, es una pequeña hondonada natural, circular, rodeada de tierras levemente más elevadasa y que en años lluviosos dejan resbalar sus nieves y aguas hasta la zona más baja del cuenco. Este año y en esta época está seca, no obstante nos atrae la belleza y quietud del lugar y el mosaico de verdes variados que observamos desde nuestra atalaya y que se deben a la coloración que aporta el almohadillado de piornos, enebros rastreros, festucas, etc.

 Cuando los cabañuelistas de Dólar dicen: "Berrea la laguna", anuncian que va a haber tormentas y lluvia. Dice Garrido Atienza que por aquí debió pasar Boabdil proveniente de la Alpujarra, camino de Huéneja y Jérez, con motivo de la última fase de la "guerra de Graná". Nos volvemos para Dólar dejando para otra ocasión el tramo de "Laguna Seca" a Paterna, y volviendo sobre nuestros pasos descubrimos que el sendero arriero histórico sale desde el "refugio de Huéneja", a su izquierda, cincuenta metros más bajo que el PRA-334 que viene señalizado desde La Ragua, y que aún está impreso, como tinta indeleble, sobre el terreno; nos ocupamos de colocar varias señales con "tantos de piedra" para que quede fijado para el disfrute de montañeros y senderistas.

Laguna Seca

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